Durante mucho tiempo, los wedges de golf fueron muy variados, con sólo variaciones sutiles disponibles tanto en diseño como en rebote. Cuando Phil Mickleson, uno de los mejores exponentes del juego corto que jamás haya existido, diseñó un wedge por Callaway que parecía radicalmente diferente de cualquier otra cosa, pareció abrir las compuertas a los fabricantes que exploraban diseños menos convencionales. El grind wedge PM original demostró ser enormemente exitoso con su forma más triangular y sus ranuras de cara completa que permiten una versatilidad suprema alrededor del green.